[vc_row][vc_column][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»][/vc_column_text][gem_divider margin_top=»30″][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1561553716331{padding-bottom: 60px !important;}»][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Pensábamos que Karl Lagerfeld era inmortal. Pero no. Su desaparición, en febrero de 2019, supuso un punto de inflexión en la casa francesa y un hito en la historia de la moda reciente. El alemán, que dirigió la maison durante casi dos décadas, dejó tras de sí un amplísimo legado –en forma de desfiles espectaculares, puestas en escena inolvidables y fotografías de ensueño– que, ahora, reinterpreta la que fuera su mano derecha hasta el fallecimiento del alemán.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Alta, con melena morena y tez clara, Virginie Viard formaba parte del círculo de confianza más íntimo del Káiser y había sido vista en algunas ocasiones acompañándole a eventos y presentaciones organizados por Chanel. La última vez que la vimos –salió a saludar durante el desfile Crucero de 2019–, supimos que la enseña gala inauguraba una nueva era y hoy, apenas un año después, ya conocemos sus códigos. Esto es todo lo que necesitas saber sobre Virginie Viard y su propuesta para el próximo otoño:[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row full_width=»stretch_row_content» equal_height=»yes»][vc_column width=»1/2″ css=».vc_custom_1597058336631{background-image: url(https://magazine.adictic.com/wp-content/uploads/2020/08/chanel_2-scaled.jpg?id=2403) !important;background-position: center !important;background-repeat: no-repeat !important;background-size: cover !important;}»][gem_divider margin_top=»400″][/vc_column][vc_column width=»1/2″ disable_custom_paddings_mobile=»true» css=».vc_custom_1561556193635{padding-top: 50px !important;padding-right: 80px !important;padding-bottom: 50px !important;padding-left: 80px !important;background-color: #000000 !important;}»][vc_row_inner][vc_column_inner offset=»vc_hidden-xs»][gem_divider margin_top=»130″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]

Diseña para una mujer activa y liberada. La que recorre las calles a primera hora de la mañana y se cruza el bolso para tener las manos libres. Esto, en realidad, no es nuevo, ya lo hiciera Coco Chanel hace más de cien años.

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• No pierde de vista el legado de la casa, de hecho, la inspiración de su propuesta para este otoño parte por algunas de las imágenes que Lagerfeld tomó en 1980 de una de sus musas, Anna Piaggi.
• Las referencias a Coco Chanel y su pasión por los caballos –a raíz de su romance con el jugador de polo, Boy Capel– aparecen a lo largo de todo el ejercicio del próximo otoño/invierno en forma de guiños y siluetas.

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• Viard es muy francesa y lo manifiesta no solo en su propia apariencia, sino también en la ausencia de pretensión de los pantalones con cremallera, los abrigos voluminosos y las camisas blancas de volantes que aparecen a lo largo de toda la colección.
• La naturalidad elegante es otro de los atributos que la diseñadora parece querer transmitir a través de sus propuesta. Durante el desfile las modelos salieron en grupos de dos o tres, sonriendo y charlando. Se agradece.

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Le gusta el blanco y el negro, el denim y las americanas. Su estilo es austero y elegante.

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• Su concepto de mujer liberada se traslada fácilmente a sus creaciones, poco forzadas y sin pretensiones. Viard es Chanel de pura raza, conoció desde el principio –comenzó como becaria de bordado de Costura– los entresijos de la casa y se hizo íntima de Lagerfeld. En una entrevista e The telegraph la francesa aseguraba que lo suyo era “verdadera complicidad” y que “en su trabajo trataba de complacerle pero también de sorprenderle”, (algo que, con toda probabilidad, no resultaba sencillo).

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Es Karl pero, a la vez, no lo es. Su visión, más funcional, se acerca a la de Coco Chanel. 

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• Entre el legado creativo y el universo de Lagerfeld y la estela inconfundible de Coco, la directora creativa se enfrenta a la nada sencilla misión de conjugar la tradición y la factura de una etiqueta legendaria con los retos a los que se enfrenta el sector y la particular situación que atraviesa la industria en la actualidad.

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• Una continuidad sin sobresaltos parece ser la apuesta de la heredera. Mucho blanco y negro con concesiones al vainilla o al rosa, reinterpretaciones del vestido negro, el tweed en su versión más intelectual y botas de inspiración 70’s sitúan a la nueva mujer Chanel a medio camino entre la burguesa del Celine de Hedi Slimane y el que ya emprendiera Phoebe Philo cuando llevaba las riendas de la firma.

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